
Este mes de octubre, el COPIB celebra un hito significativo en su trayectoria: la incorporación de la colegiada número 4.000, un símbolo del crecimiento y la consolidación de la psicología en la comunidad autónoma. Elvira Díaz Pérez, psicóloga general sanitaria y psicoterapeuta, acaba de trasladar su expediente desde Oviedo y se ha convertido en la colegiada B-04000. Desde el Colegio, le damos una calurosa bienvenida y charlamos con ella para conocer la persona detrás del dato y compartir una mirada reflexiva sobre la profesión.
Elvira confía en el proyecto del Colegio porque representa "ese respaldo, esa mano que te sujeta y te asesora ante cualquier problema o duda". Destaca la tranquilidad que aporta saber que no se está solo, algo crucial en una profesión que, admite, puede ser muy solitaria. "El psicólogo autónomo no tiene un compañero al lado al que preguntar; por eso, la función de cohesión del colectivo es fundamental", añade.
Asimismo, entre sus motivaciones para colegiarse en el COPIB, la formación ocupa un lugar destacado: “Me apetecía, ya que estoy en Mallorca, centrarme y aprovecharme también de la cercanía de teneros aquí para seguir formándome, ya que el Colegio tiene una oferta formativa importante y la formación es muy importante para mí”.
Aunque aún no ha podido conectar con muchos profesionales en las Islas, Elvira percibe cambios sociales que ya se reflejan en la consulta. Advierte sobre el impacto de la tecnología: “El móvil está provocando cambios importantes en nosotros, generando problemas nuevos o agravando los existentes. La situación se está complicando y no somos del todo conscientes porque, al fin y al cabo, es una adicción y cuesta reconocerlo”. También observa una preocupación excesiva por la imagen, tanto en jóvenes como en adultos, hasta normalizar comportamientos propios de un trastorno: “Muchos trastornos se han normalizado. No se dan cuenta hasta que surge un ataque de pánico o algo grave, pero antes hay señales que no vemos porque se han naturalizado”.
Especialista en el tratamiento de la ansiedad, Elvira la define como ‘la enfermedad del milenio’. “La ansiedad es totalitaria. Aunque puede haber otras cosas detrás, la mayoría de mis pacientes llegan a consulta por ansiedad, trastornos obsesivos... son ellos los que han definido mi especialidad”.
Pese a este contexto, Díaz reconoce que es un momento positivo para la profesión: “Cada vez se habla más de salud mental y se han superado tabúes como ir al psicólogo. La pandemia también nos abrió puertas y nos ha permitió avanzar”
Aunque la Psicología está en auge, Elvira aboga por una mayor unidad: "La nuestra es una profesión muy heterogénea, y está bien que la población tenga un abanico de opciones para elegir. No obstante, para reclamar mayor reconocimiento ante la administración y crecer como colectivo, necesitamos más cohesión y unidad”.
También reflexiona sobre los valores en la sociedad actual: "Creo que estamos perdiendo muchos valores, aceptando como normales cosas que no lo son. Veo a la gente joven un poco perdida, con tanta información y estimulación. Les cuesta definir su identidad. La libertad es poder elegir, pero si tienes demasiadas opciones, te pierdes". Señala, además, la falta de comunicación como un factor clave. Como psicólogos y psicólogas podemos aportar muchas cosas para hacer frente a esta pérdida de valores sociales.
Para quienes estudian Psicología, Elvira tiene un mensaje claro y alentador: “Que lleguen hasta el final. La psicología es una profesión muy bonita y gratificante. Se ha abierto mucho el campo y hay muchas opciones de trabajo. Que se informen, que tengan claro que quieren hacer, hacia donde va su orientación, que se especialicen y que se colegien, porque el Colegio es un punto de información, formación y, especialmente, de apoyo".